Gestión social: clave para el crecimiento minero peruanoP
analista de materias primas de btg pactual
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César Pérez Novoa
El presidente electo de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, asumirá el mando de ese país el 28 de julio próximo por un período de cinco años, con la promesa de campaña centrada en lograr un crecimiento de un 5% anual a través de una combinación de recortes de impuestos y del gasto público, eficiencia e impulso a la inversión.
Para lograr esas metas será esencial una serie de elementos, como la expansión de la extracción de recursos naturales y el impulso de planes de infraestructura, factores que representan grandes oportunidades y que, si se plantean de manera adecuada, permitirán a Perú captar el capital suficiente desde los mercados financieros internacionales.
De hecho, Perú tiene para ofrecer a los inversionistas mineros un hub competitivo a nivel mundial, como mano de obra especializada de alta calificación, suministro energético a bajo costo, abundantes reservas de recursos hídricos, infraestructura y vastos yacimientos sin explotar, entre otros.
Cualidades que prometen bajos gastos de capital (Capex) y costos operacionales (OPEX) que, si bien son ventajas importantes, no garantizan por sí solas una ejecución de proyectos fácil y exitosa, ya que hoy en día también es vital el aprendizaje de errores del pasado en materia de inversión.
Esto último significa considerar un elemento clave para que los planes de inversión en industrias extractivas, como la minería, sean exitosos: las comunidades que habitan en las cercanías de determinados proyectos. La oposición de estas últimas ha sido determinante para el freno de varias iniciativas, incluso en su etapa de exploración.
Si bien el gobierno de Perú ha trabajado exhaustivamente en el diálogo con las comunidades, las empresas deben enfrentar solas las negociaciones para lograr apoyo de estas en las zonas que carecen de servicios públicos básicos -que son responsabilidad del Estado-. El resultado ha sido un clima desfavorable para la ejecución de determinados planes, con ministerios solo cortando la cinta roja sin hacerse cargo completamente del factor social, fundamental en la actualidad para el desarrollo de un proyecto extractivo.
De esta manera, es fundamental y urgente educar a la comunidad sobre cómo los ingresos mineros pueden mejorar sus vidas y el desarrollo del lugar donde habitan, especialmente a familias carentes de servicios básicos e infraestructura, como agua potable. Para esto, se necesita de un mensaje claro y equilibrado.
En conclusión, hoy en día, la capacidad de enfrentar directamente las necesidades de las comunidades vecinas a determinados proyectos de inversión minera es tan importante como los factores relativos a costos o a calificación de mano de obra, por lo cual el diálogo es fundamental.
Todos estos elementos deben formar parte de una estrategia bien planificada que, al ponerla en práctica, ayudará a solucionar un importante cuello de botella para los planes centrados en recursos naturales al interior de Perú, país que si bien durante 2013 logró un record de inversión minera por US$ 9.723 millones, este año y el próximo no superaría los US$ 5.000 millones y los US$ 3.500 millones, respectivamente.